domingo, 29 de julio de 2012

Juguete macabro

Estaba crispada, quizás ese viejo nos hubiera ayudado mucho, quizás hubiera salvado a Lyra pero su sola presencia me enfurecía ¿No estábamos ya bastante mal? ¿Era tan dificil contarnos lo que sabía? No aguantaba más, el resto del grupo no le dio importancia, siguieron hablando en el campamento como si nada, preguntaron a Lyra que como se encontraba, debatían acerca de quienes serían los que la acechaban antes... Pero yo no podía calmarme, estaba tan tensa que creí que me explotaria la cabeza. Si salía corriendo de nuevo ellos se preocuparían, y no quería eso, pero no me sentía agusto allí en esos momentos, necesitaba calmarme un poco así que observe un poco todo nuestro alrededor; vi que quedaba poca leña, así que usé eso como pretexto.

-Queda poca leña, creo que iré a por más- dije poniendome en pie
-Te acompaño- Respondió Therion
-No-dije esbozando una falsa sonrisa- no quiero interrumpir vuestra conversación

Apenas llevaría unos dos minutos caminando por el bosque cuando el viejo aparecío a mi espalda

-Dices que son tu familia pero les mientes ¿te parece justo eso?- Dijo el
-Ellos no tienen por que pagar la frustración que me produces- respondí
-Raksha, es posible que este fuera antes tu hogar, pero ya no, estás en un campo de batalla, en primera línea, ante el fuego enemigo y tu te exilias por tu propio egoismo, por ser incapaz de tragarte tu orgullo.
-¿Qué sabes tu de mí?¿que sabes de ellos? te jactas de haber salvado a Lyra pero tienes respuestas que no nos das, dices que no eres nuestro amigo, y tampoco nuestro enemigo, hablas en nombre de la justicia pero ¿ Cómo puedes juzgar lo que es justo ? hay infinitas variables para cada una de nuestras decisiones porque las cosas que nos motivan a tomarlas son muchas y diversas, si quieres darme lecciones de como debería actuar, tal vez deberías preguntarte primero quien soy.
-No hay más que decir por ahora, supongo que hay lecciones que debereis aprender solos, aun sois jóvenes, y os queda un largo camino por andar, te garantizo que estaré ahi para guiaros cuando deba hacerlo, pero por ahora debo dejar que sigas la senda que has elegido, cuando volvamos a vernos espero que hayas crecido.

Volvió a desaparecer entre las sombras, como ya nos tenía acostumbrados; en cuanto a mi, seguí caminando hasta un claro donde me paré a descansar un poco.

La brisa fresca, el color del cielo y los recuerdos se adueñaron de mi, estaba completamente calmada, tumbada sobre la hierba ligeramente húmeda, escuchando como el sonido de mi respiración aportaba un par de notas a la música que creaba el viento; me sentía bien, tranquila y olvidé todo lo malo que me rodeaba; craso error por mi parte.

Antes de que me diera cuenta, aquella pacífica melodía se vió interrumpida por las pedantes palabras de un desconocido. Me bastó un instante para volver a recordar la situación en la que estábamos y prepararme para lo que viniera.

-¡Vaya!- Exclamó el desconocido eufórico- mira, a quién hemos encontrado, la mismísima hija bastarda del cerdo de Velkan, es lo más parecido a la lotería que me ha tocado en la vida.

No contesté, no sabía quien era, pero el sabía quien era yo y su tono hacía notar que no era mi amigo

-¿No hablas?-Preguntó- Mejor di ahora lo que tengas que decir, los muertos no hablan

Corrí hacia él con intención de atacarle, pero fue inútil, en casí una fracción de segundo no solo me esquivó si no que también me golpeó con fuerza en el costado derecho, el dolor era insufrible, no podía levantarme; si buscaba matarme, ya no le costaría mucho

Alcé la mirada hacia el, al tiempo que caminaba hacia mi

-¿Hablarás ahora?- Preguntó
-¿Quieres una súplica?- Mi tono era demasiado arrogante para alguien en mi situación- Lo siento pero lo único que me viene ahora a la cabeza es que el viejo tenía razón

Cerré los ojos y apreté los dientes, pero no pasó nada, sentí la hierba moverse en la posición aproximada donde el desconocido estaba en pie; volví a abrir los ojos, escuche gritar mi nombre, era inconfundible, esas voces, eran inconfundibles para mi, y eso me desesperaba aun más; aquel hombre no era normal y nosotros aun no eramos quien para enfrentarle, moriríamos todos y todo por mi culpa, por marcharme.

Skädi era quien más cerca estaba de el y no dudó en atacarle con dos bisturies que sacó de su chaqueta, mientras hablaba a gritos conmigo, trataba de alcanzar a nuestro enemigo pero era demasiado esquivo.

-¡Raksha, Albyon nos avisó, ¿estás bien?!

Una vez más no pude hablar, estaba llorando de impotencia

El desconocido golpeó a Skädi en la cabeza dejándola inconsciente, entonces Albyon apareció a su lado.

-Deberías presentarte, en lugar de seguir golpeandoles ¿no crees?- Le dijo

Este miró detenidamente a los que quedaban en pie y tras unos segundos habló.

-No es propio de ti, Albyon querer dar las respuestas que no han buscado, pero al ser tu quien lo dice, asi lo haré-dijo el desconocido mientras buscaba algo entre su ropa- Mi nombre es Predare y soy un Elämä, algo parecido a un maestro y vuestra lección comienza ahora. Pero todo tiene un precio y un tiempo.

Cuando encontró lo que buscaba y lo sacó, era una carta, un as de picas, se acercó a mi y la prendió, las cenizas cayeron sobre mí.

-En este mismo momento empieza el juego, si llegais hasta el final juntos, sereis mucho mas fuertes que con vuestros entrenamientos, pero no va a ser fácil, las cenizas de mi carta contenían una potente sustancia tóxica; esta provocará una enfermedad crónica en tu cuerpo, mientras tu adrenalina este alta, tus órganos funcionarán mal y tus sentidos fallarán, si quieres ser útil en momentos como esos, hay una planta llamada Cosmos, hará que los síntomas desaparezcan, incluso incrementará tus reflejos, deberás tomarla cuando los síntomas ya hayan comenzado. En un combate eso es una carga para los demás quienes tendrían que protegerte hasta que tu medicina hiciera efecto. Antes de aprender a luchar, debereis aprender por que luchar.


martes, 22 de mayo de 2012

Albyon, el emisario del destino

Tras los nuevos descubrimientos que hicimos, ninguno de nosotros volvió a dormir en lo que quedaba de noche, esa chica nueva sabía cosas que en teoría solo nosotros deberíamos saber, es más, nos había hablado de cosas que nosotros ignorábamos, y lo había contado con detalle. Todos teníamos la desconfianza propia hacia una extraña pero yo no era capaz de dudar de sus palabras y creo que todos aunque intentáramos ocultarlo, creíamos casi ciegamente cada una de sus palabras.

Hacía ya varias horas que Lyra se había marchado sola por el bosque y no nos había permitido acompañarla; empezábamos a preocuparnos por si la hubiera pasado algo cuando la vimos aparecer en la lejanía. Cojeaba ligeramente y jadeaba de cansancio, tenía algunas herídas, no parecían graves pero aun así nos alarmamos, además no venía sola, había alguien más en quien se estaba apoyando. Era aquel extraño ciego que aparecía y desaparecía a placer antes de que pudieramos preguntarle nada.

Meruem salió corriendo hacia ella como una bala, casí con lágrimas en los ojos, la abrazó; demasiado fuerte quizás, por la cara de dolor que puso Lyra había apretado en una de sus heridas.

-¿Qué ha pasado?¿dónde estabas?-Preguntó sin dejar de abrazarla y muy angustiada.

-Tranquila, he estado intentando desarrollar las habilidades que leí por mi cuenta, estaba entrenando y me pasé un poco con la intensidad...supongo- Respondió Lyra pausadamente

-¡Pero tu eres gilipollas! ¡ casi nos da un iptus cuando no aparecías y aun peor cuando te vemos llegar así ! ¡joder, dije que yo os ayudaría! no desaparezcas sin más! ¡¿no me escuchas cuando hablo o que?! Aunque tu no seas como ellos también a ti quieren matarte ¡y por separado sois muy vulnerables! -Respondió Meruem visiblemente más atacada y cabreada.-¿¡Y tu quien coño eres!?-Preguntó mirando al anciano que aun no había soltado a Lyra y llevaba toda la discusion riendose.

-Un viejo cabrón, pero bueno en el fondo- respondió Therion desde el fondo y entre risas que no hicieron más que aumentar las pequeñas risitas del viejo a carcajadas descontroladas.

Creo que a excepción de Lyra, Therion y el viejo ninguno sabíamos que estaba pasando allí

-Corvus, tan en su línea como de costumbre exclamó -¡Ahora la recién llegada se preocupa más por los nuestros que nosotros mismo! ¿pero qué es esto?

-A mí lo que me preocupa más no es eso, a fin de cuentas Lyra sabe cuidarse más o menos sola - Comenté tratando de quitarle hierro al asunto- Me mosqueas un poco más tu- dije mirando al viejo- Ahora estás, ahora no estás, ¡Estamos sin casa por tu culpa, puto Houdini! ¿Como se te ocurre tirar a un hombre por un puente psicópata?¡Ahora nos toman por vándalos agresivos!

-¡Tu a callar! dijeron a la par Therion y Lyra entre risas

Creo que tanta risa en un ambiente tan tenso me estaba exaltando aun más

-Punto uno-Comenzó a decir el viejo- Yo no tiré a nadie por ningún sitio; fue la justicia, punto dos, estás de suerte de pillarme de buenas y que lo de " puto Houdini" me haya hecho gracia, y punto tres, no estais sin casa ni estais aquí por mi culpa, es cosa del destino, yo soy solo un humilde emisario de este.

No puedo decir que sus palabras no me ennervasen más aun, ni que no tuviera ganas de pegarle un puñetazo en la cara, pero había ayudado a Lyra y quizás yo me estaba pasando de la raya, aunque seguía sin gustarme el como había actuado.

Therion empezó a reirse como una hiena -Joder Albyon, no cambias que cabrón- dijo al borde de llorar de la risa

-Un momento - Intervino Driuk- ¿Pero vosotros dos ya os conocíais o qué?

Therion no podía hablar, solo asintió, aun no le había cesado el ataque de risa.

-Bueno señores, un poco de seriedad por favor- Pidió Corvus- ¿Alguien puede explicar que está ocurriendo sin que desemboque en que Raksha le tire un tronco a la cabeza?

-Yo, soy yo, y mis circunstancias, -respondió el anciano- Como he dicho antes, me considero un mero emisario del destino, aparezco cuando debo y me voy cuando no estoy, para futuras veces que nos veamos, mi nombre, como Therion ha dicho es Albyon, también la jóven angel tiene más información de mi que el resto de vosotros, eso se debe a que ambos se han cruzado antes en las encrucijadas de la justicia. Por el momento no creo que necesiteis saber más.

Entonces... ¿estás de nuestro lado?-Preguntó Zems que hasta el momento había permanecido tan en silencio que casi nos habíamos olvidado de su presencia.

-Humanos...- Suspiró el anciano- ¿ Hay que explicaroslo todo? Yo no estoy de ningun lado, eso no sería justo, estoy de parte de la justicia; la justicia es ciega y sorda, pero no muda. Yo intervengo el las injusticias que parecen insalvables, para que me entendais, soy ese ángel y ese demonio que habla en vuestra cabeza cuando alguien tiene que decir algo, mi voz siempre esta ahi, aunque no siempre es escuchada, yo siempre estoy a las espaldas de todos, cuando una injusticia parece ya insalbable.

¿Y por qué nosotros te vemos y además tanto?-Pregunto Skädi recién salida de la nada.

El anciano se tomó su tiempo para contestar - A ver mis pequeños egocéntricos... no creais que sois especiales por verme ¿ habeis oido hablar del equilibrio? ¿el karma? Pues por eso estoy aquí, por eso aparezco y desaparezco, no sois los únicos que sufrís ¿sabeis? Me veis porque yo quiero, muchos me ven, así es casi siempre, es más facil fiarse de lo que ves que de lo que sientes.

Ha habido injusticias con vosotros y yo, en lugar de ser la vocecita en la cabeza que ignoraríais, me presento en persona, cuando el problema se solventa adíos.

¿Entonces que haces con Lyra? Ella solo estaba entrenando ¿dónde está la injusticia?-Pregunté con tono arrogante

-No he venido a daros todas las respuestas del mundo; y me estoy empezando a aburrir de este interrogatorio, si tanto deseais conocer respuestas, buscadlas. He aparecido porque estaban rodeando a vuestra amiga mientras ella estaba absorta en su entrenamiento, estaba en minoría, en lugar de cuestionarme agradeced la ayuda que os brindo y cuidad más a vuestra compañera. Yo no soy uno de vosotros, no me interesan vuestras aventuras pequeños crios efímeros, os ayudaré a reparar la injusticia que se cometió con vuestra familia hace cinco años, pero no espereis depender de mi, soy un apoyo, esta no es mi lucha.

Tras el discurso, se esfumó delante de nuestros ojos, antes de poder si quiera parpadear.





domingo, 6 de mayo de 2012

Arrojando luz a la penumbra

Algo se movía entre la maleza, no hacía mucho ruido en verdad, pero si el suficiente para despertar a Lyra; sin embargo ella no se movió ni un ápice; siguió atenta, esperando a descubrir las intenciones de quien allí acechaba.

Nuestra joven espía no se había percatado de que Lyra se había despertado; un gran descuido por su parte.

Se acercó bastante al campamento; otro error garrafal, puesto que antes de que pudiera darse cuenta Lyra la había inmovilizado ya.

-¿Qué haces aquí, quién eres y qué quieres?-Preguntó la joven angel con un tono que asustaría al mejor de los soldados.

-Tranquila, respondió la joven con voz temblorosa y entrecortada; no vengo a hacer nada malo, si no a preveniros.

-¡Arriba todos, ya! Gritó Lyra

Mientras los seis nos desperezábamos e incorporábamos y sin soltar a la joven preguntó ¿Alguno de vosotros la conoce?

No hubo respuesta, no la habíamos visto jamás

-Dejad que me explique, por favor, enseguida lo entendereis todo- Pidió la desconocida.

-No perdemos nada por escucharla, supongo- comentó Corvus- aunque no te recomiendo intentar nada raro; morirías al instante.

-La joven sonrió -No tienes que explicarme nada; se más de vosotros y de vuestra historia que vosotros mismos.- Respondió tajantemente -Empecemos; mi nombre es Meruem, y durante varios años me he dedicado a seguiros, lobos de Heiden.

Lobos de Heiden... a los cinco lobos se nos heló la sangre al oír el nombre de nuestro antígüo clan, de nuestra perdida familia.

-De tí no se nada- Comentó mirando a Zems - Y en cuanto a tí, medio ángel, en mi mochila hay un cuaderno de tapas rojas que deberías ver- Dijo dirigiendo la mirada hacia Lyra quien sin dudarlo un instante fue a por el y comenzó a leer con gran asiedad y duda, "medio ángel" aquellas palabras habían cargado todo su peso sobre nuestra compañera.

-Supongo que mientras ella lee su historia, debería contaros la mía y la vuestra; puede ser duro de oír, pero ahí va...- Suspiró - Como os he dicho antes, mi nombre es Meruem, hasta hace unos dias era espía y mercenaria para unos viejos conocidos de vuestra familia, la tribu de los Caine, no creo que sepáis de ella pero ellos de vosotros sí, y vuestros padres y abuelos los conocían muy bien; la tribu está formada por diez lobos Heiden desterrados; responsables en gran parte de las desgracias que sufrísteis hace años y quienes no os tienen mucha simpatía.

A ver... ¿Por quién empiezo? Skädi, la leyenda viva, un gran potencial, y fantásticos dones heredados, hija de los dos grandes chamanes Heiden.

Corvus, el mago dormilón, haz más caso a esos sueños que tienes, son recuerdos de todo lo que viste en la cueva de los druidas cuando te colaste en ella buscando refugio de la lluvia de crio la noche que te perdiste explorando el bosque.

-Apenas había hablado con dos de nosotros y ya nos tenía con el corazón en un puño, Lyra estába más palida de lo normal, y seguía leyendo aquel cuaderno con suma antención.

El problemático Driuk, te pone demasiado nervioso que te miren mucho a los ojos, temes que alguien se acerque demasiado a tí, si te sostienen la mirada demasiado tiempo reaccionas de forma extremadamente violenta.

Y llegamos al final. La hija ilegítima de Velkan; lider de los lobos de Heiden, Hijo del propio Heiden, creador de la tribu ¿ Noticia inesperada? si, eres la hija bastarda del líder de tu tribu; irreflexiva, y algo lunática a ojos ajenos. Máxima determinación de protección e insana obsesión con la sangre, de solo verla se te hace la boca agua, adoras la violencia y controlas un poco de artes marciales; lo único que te atraía de los humanos de hecho.

Los Caine, responsables de la masacre ocurrida a vuestra familia os desean la muerte por encima de cualquier otra cosa, odian a todo aquel con sangre de los Heiden y a quienes con ellos se alíen, vuestra supervivencia fue un problema pero atacaros en Cephus era demasiado peligroso para ellos, es por eso que ahora que no podeis volver a la ciudad y que estais en su territorio atacarán incesantemente, saben que la medio ángel está con vosotros, por lo que no dudarán en atacarla también, sois fuertes, quizás no los mejores, pero teneis fuerza, capacidad, unidad y una venganza latente en vuestros corazones.

-Lyra acababa de terminar de hojear el cuaderno de su historia y se unió a nuestro círculo con semblante serio.

Ya han conseguido cuanto querían de mí, ahora para ellos soy alguien a quien deben eliminar; detesto la soledad, por eso me uní a ellos pero traicionaron mi confianza. Sé que es dificil fiarse de una desconocida que acaba de aparecer en medio del bosque a pocas horas de la madrugada, pero yo deseo un hogar y vosotros necesitais a alguien que os ayude a desarrollar todo cuanto podeis llegar a ser si no queréis acabar en sus garras; yo puedo hacer eso.

-No has hablado de mi- Dijo Therion

-No me encargaron investigarte- contestó ella.

No sobrevivisteis a aquella noche porque os dejasen vivir, ni por compasión por vuestra corta edad; escapasteis de vuestro sino por vuestras habilidades y la protección de aquellos que os querían. No muráis ahora.

En cuanto a ti, Lyra, siendo la hija de la famosa Lilith y de tan poderoso demonio, ellos no dudarán en atacarte a pesar de que no seas una loba, no dudes tu en protegerte a ti y a los tuyos, tus poderes son asombrosos, y aun no sabes hacer nada de lo que has leído, tienes la fuerza de sacrificio de tu madre, y el ardiente fuego de tu padre, saca partido de ello.

-Cuidad todos de la variopinta familia que habéis formado, algún día prometo que seré parte de ella.

-Cualquiera de nosotros mentiría si dijera que confiaba en ella y en sus palabras, pero tampoco creímos que fuera a hacernos algún daño.

-Quédate, por ahora dijo Skädi. Veremos cuanta verdad hay en tu historia.



jueves, 26 de abril de 2012

La fuerza de nuestros lazos.


Volví a llenar mis pulmones con el humo intoxicado del tabaco y miré a mis compañeros.

Estaba a gusto, recostada sobre la hierba contemplando a todos tal y como eran, sin tener que escondernos de nada ni nadie, siendo nosotros mismos en apariencia física y personalidad.

Corvus y Therion dormían tranquilos alejados de la hoguera, a mi lado Skädi lucía un pelaje suave y brillante, Driuk era el único de los lobos que mantenía la forma humana en ese momento, con la espalda apollada en un árbol bebía, comía y fumaba casi al mismo tiempo, Zems se había quedado dormido sobre el lomo de Corvus con el cigarro encendido en la mano, casi hallaba una metáfora de la vida viendo como mientras dormía otro de sus recuerdos de papel se consumían,  Lyra permanecía aun despierta observando la hoguera sumergida en sus pensamientos, era la primera vez que veía las alas de un ángel, eran casi por completo negras, a excepción de algunas plumas blancas repartidas por ellas; en el costado, había unas runas tatuadas donde para quienes sabíamos interpretarlas se leía : “ El sacrificio llega a la hora de proteger a aquellos a quienes amamos “

Brillante frase, gran verdad.

Creo que observando esa escena empecé a comprender lo que todos ya sabían. No había lugar ni en Cephus ni en ninguna otra parte para nosotros, nuestras vidas habían sido truncadas e ignorábamos el por qué. Pero también fue en ese instante, mirándolos a todos cuando comprendí que lo que nos había unido era una convicción; la de escribir nuestro destino, la firme idea en nuestros corazones de no buscar un lugar para nosotros, si no crearlo y sentir como hogar cualquier parte donde nos halláramos siempre que permaneciésemos mano a mano y espalda contra espalda.

jueves, 15 de marzo de 2012

Skädi

Adentrados ya en el bosque, no podía si quiera mirar a la cara a mis acompañantes, me sentía tan avergonzada por mi actitud...

Estábamos los siete juntos sentados frente a una hoguera, apenas podía aguantar la presión ¿Qué ideas rondaban las cabezas de todos respecto a mí?

Salí corriendo en un suspiro sin mirar si quiera lo que tuviera inmediatamente delante, ni marcar un claro destino, corrí hasta que mis pulmones rechazaron el aire y mis piernas se vieron incapaces de sostenerme. Allí, en medio de ni siquiera sabía donde me desplomé sobre la hierba; algo durante el trayecto me había herido la pierna, sentía un fuerte dolor en ella.

Fugazmente, vislumbré a unos metros una bufanda morada al vuelo y percibí un tenue olor a vainilla. Skädi, susurré, no podía ser nadie más, aquella bufanda morada era su posesión más preciada, la colonia de vainilla, su favorita.

Ya estaba sentada delante mía cuando alcé la vista, mirándome,

-Como no, soy idiota, hago tonterias que siempre enmienda la chica de la bufanda morada...-murmuré
-Imbécil, deja de pensar en tus mundos y tus paranoias- Se pronunció ella a la vez que me daba una colleja- Deja de huir y vuelve con nosotros- Prosiguió mientras yo me incorporaba con una mueca de dolor
-Ya has vuelto a hacer el burro ¿verdad? a ver, trae, que te cure.

Quizás Skädi y yo nos parecíamos tanto como un huevo a una castaña, pero ella era muy asertiva y empática como para leerme el pensamiento, o eso, o yo era demasiado predecible, en cualquier caso, no me sorprendería que tuviese poderes psiquicos o algo así, era hija de dos grandes sabios de la manada, pero no era la chica erudita e hipersensible que todos veían, siempre llevaba encima todo un equipo de disección, y sabía usarlo, gran motivo para no meterse con ella.

En lo que yo me fumaba un cigarrillo, ella había sanado ya mi pierna, nos quedamos unos minutos más hablando de todo lo acontecido

-Sabía que eras tu quien venía tras de mi- dije en un suspiro
-¿Olor a vainilla?, hehe me encanta la vainilla -dijo ella sonriente
Aparte, dije sonriendo, no mucha gente se hubiera pegado la carrera por mí, la mayoría dirían cosas como: ya vendrá o cosas así, en cuanto oí pasos a mi espalda supe que seríais o tu o Lyra- comenté esbozando una sonrisa
-Lyra venía también, pero se ha topado con aquel anciano ciego.
-Movámonos, busquemosles y regresemos a la hoguera, que hace rasca- dije poniendome en pie todo lo erguida que el dolor de mi pierna me permitió.
-Raksha- me llamó esbozando una semi sonrisa- piensa un poco más, y deja de hacer tonterías

Sonreí, y acto seguido recibí otra de sus collejas amistosas.

Alcé la mirada, se que por mucho que la cague, tengo una hermana pequeña dispuesta a "canearme" antes de que haga algo de lo que deba arrepentirme.

domingo, 5 de febrero de 2012

Decadencia a lo mas profundo del odio [Parte I]

No hubo disputas por el espacio, a ninguno tenía problema en estar en el suelo, lo que podría haber sido más preocupante era el hambre que nos atacaba; si la nevera hubiera podido sentir emociones habría estado aterrada ante el ataque de siete fieras como nosotros.

Lo primero era la comodidad, sin camiseta y descalzos por la casa. Extraña sensación, todos tan distintos y aun así... no se como se sentirían los demás al respecto, pero por mi parte, empezaba a sentir junto a ellos lo que era el calor de un hogar, y el abrigo de una familia.

Lyra, Skädi y yo saqueamos el frigorífico para empezar a preparar algo de cena, Zems acabó viéndose obligado a abandonar el sofá y a ayudarnos a sacar a Corvus, Therion y Driuk de la cocina. Juro que hubo instantes en los que creí que alguno sería atravesado por Lyra con el cuchillo de las verduras. Los chicos apartaron hasta un rincón del salón la mesa y el sofá, pusimos todos los platos en el suelo y nos sentamos dispuestos a comer, Skädi, haciendo acopio de modales trató de persuadirnos para que usásemos la mesa y nos comportasemos de forma civilizada, a la que Corvus reprochó entre risas que tanta comida no cabría en la mesa. No malgastamos mucho tiempo en palabras, el hambre estaba haciendo acto de presencia y entre todos hicimos desaparecer la carne a una velocidad impactante, las verduras duraron algo más.

Al fin era el momento de relajarnos, poner la televisión un rato, fumarnos un par de días del diario de Zems y olvidar la tensión. Ilusos de nosotros.

Al tiempo que nosotros encontrábamos una parte de nuestros corazones que ni sabíamos que existía, el rumor de una vieja leyenda, corría por las calles, y el tiempo esta vez rehusó de ser nuestro aliado.

Una escena que nos era muy familiar a todos los presentes excepto a Zems apareció en la pantalla haciendo saltar nuestras alarmas; una de las cámaras de tráfico había captado el accidente con aquel hombre, por suerte no con tanta resolución como pare reconocer nuestras caras, pero la calidad era lo suficientemente buena para distinguir la cola de Driuk, en los noticiarios especulaban con la idea de que esta fuese de algún perro que pasaba por allí o que nos acompañaba, pero a pesar de que nuestro secreto no estuviese desvelado del todo no estábamos tranquilos.

-¡Cojonudo!- dijo Zems entre risas con el cerebro saturado de marihuana- Me junto con el enemigo público número uno de Cephus, ¡me mola!

Tampoco yo me vi muy hábil para reaccionar, había fumado demasiado, mis movimientos eran lentos y torpes  con lo que al no conseguir gran cosa volví a sentarme en el suelo a esperar que se me pasase.

Escuché a todos hablar acerca de que deberíamos hacer y que no durante horas, los efectos de esa variedad de marihuana en si eran medicinales pero duraban muchísimo por lo que cuando Zems, Lyra y yo pudimos intervenir en la conversación ya estaba empezando a amanecer.

En Cephus no teníamos gran cosa que ganar pero lo podíamos perder todo, no podíamos permanecer allí así que cogimos todo cuanto creímos que podríamos necesitar y salimos corriendo hacia bosque antes de que la luz del sol obviara nuestra presencia, pero al llegar allí nos encontramos con más problemas.

Dos ciudadanos armados nos cortaban el paso, resultaba evidente que querían la recompensa que ofrecian por nosotros; no nos estaban esperando, era imposible que supieran que íbamos a aparecer, pero vieron la oportunidad en nosotros de recibir dinero por violencia gratuita y no quisieron perder la ocasión, dudo que nos hubieran reconocido por nuestras caras, pero no debió resultar difícil identificar a siete personas de apariencia y comportamiento extraño, más aun llendo todos juntos.

Uno de ellos llevaba una cadena, el otro un bate de baseball, el primero comenzó el ataque pero calló al suelo de rodillas apenas a un paso de Corvus. En un rápido movimiento Zems había cortado los tendones de sus piernas con la cuchilla incorporada en el arco de su violín. Reconozco que, no se bien por qué me gustó la visión de aquel hombre semi-inocente tendido el el suelo sangrando sin poder ponerse en pie y llorando de dolor, me quedé tan obnubilada con ello que no me di cuenta de que el segundo hombre se dirigía hacia mí y cuando me percaté ya había recibido el primer golpe y la sangre resbalaba por mi cara,otro golpe inminente venía en camino, suerte para mí que tropezó, calló al suelo y erró el golpe; tras de el vi que estaba aquel anciano ciego lanzando su moneda al aire.

Sonreí, no se por que lo hice pero sonreí, desde el suelo mi ahora aterrado atacante me miró, clavó sus ojos en los míos y en la fría sonrisa de mi rostro. Driuk se acercó un paso y eso fue suficiente para hacerle abandonar a su amigo a su suerte y huir lo más rápido que pudo, no había interés en dañar más al rezagado, Skädi llamó a una ambulancia y proseguimos nuestro camino antes de que esta llegara, el anciano había desaparecido de nuevo. Confieso que en aquel entonces, hubiera deseado evitarnos la ambulancia, y haberle matado allí mismo.

martes, 27 de diciembre de 2011

Viejo amigo, nuevo compañero


Llevábamos ya unos veinte minutos esperando al resto del grupo, Therion, recostado en la escalera de incendios del restaurante, tenía la mirada perdida en algún punto del horizonte, yo estaba sentada en la azotea del edificio fumando un cigarrillo y sintiendo la brisa golpear suavemente mi cara.

Skädi fue la primera en llegar, Therion fue a la puerta del restaurante para recibirla.

También es hora de que yo baje-pensé-

Me puse en pie, me estiré un poco y alcé la vista mientras cogía aire para despedirme de ese paisaje visto desde las alturas. Me dirigía a la puerta para volver a bajar cuando escuché bullicio no muy lejano, volví a mirar, a un par de calles había empezado una pelea callejera, no era cosa mía, pero no estaba siendo una pelea justa y no me hacía gracia, esta vez corrí hacia la puerta, bajé las escaleras tan rápido como pude, al salir choqué levemente con Therion y Skädi pero no me paré, seguí corriendo en dirección a la pelea, ambos vinieron tras de mí.

No era una pelea, si no una detención, no sabía que había hecho ese chico pero en cualquier caso ese abuso de poder era deleznable, además tampoco yo me llevaba demasiado bien con la policía.
Lo que había empezado cinco contra uno era ahora tres contra uno pues dos de ellos estaban en el suelo, uno inconsciente, el otro con fuertes dolencias en la pierna pero aunque el número de enemigos había bajado seguía siendo una pelea en desventaja y eso seguía sin parecerme justo, Therion y yo igualamos la pelea.

-Cinco contra ti y aun sigues en pie por tus propios medios, impresionante- dijo Skädi dirigiéndose al chico-

Este no medió palabra en un primer momento.

-Al menos podrías hablarnos después de haber peleados juntos- dijo Therion con una sonrisa en los labios mientras recuperaba el aliento tras la pelea

-Intentaron quitarme algo importante para mí - contestó el joven mientras daba un par de pasos para alcanzar la funda de un violín que se hallaba apoyada en una pared a nuestras espaldas.

-Ha pasado mucho tiempo Zems, ¿sigues con el mismo equipaje?- le pregunté mientras me acercaba y cotilleaba todo cuanto llevaba.

-Dos años desde que saliste del reformatorio- Contestó el

-Espera- interrumpió Skädi mientras yo seguía sacando cosas de la funda del violín- ¿ os conocéis? Y ¿ qué reformatorio? ¡ nos dijiste que estuviste en un centro de acogida!

-Si, bueno, en un centro de acogida, para jóvenes que difieren un poquito con la ley- Bromeé yo mirando a Zems y riéndome

Skädi parecía enfadada, ella era mucho más responsable y madura que yo.

-Raksha, de ti ya me imagino porque acabaste allí pero ¿qué hay de ti?- Preguntó mirando a Zems.

-Apuesto que por grafitero y por fumar cosas indebidas- Comentó Therion cotilleando también el equipaje del nuevo
El golpe fue inminente, Therion recibió una colleja que debió picarle bastante

-No sé quien coño eres pero no toques mis cosas sin permiso- exclamó Zems

-Ni que llevaras nada importante…- replicó Therion

-Quizás no saque nada vendiéndolas, pero mataré a cualquiera que las toque.

Deberíamos volver al restaurante y esperar al resto , aun hay que curar a Lyra y tenemos que organizarnos tras tanto cambio, Zems, deberías venir con nosotros un par de días, ¿ porqué no vas a por algo de ropa y te quedas con nosotros un tiempo?- comenté

-Lo que veis es todo con lo que viajo, no necesito nada más- respondió el dando a entender que se quedaría.

Sentados los cuatro en la puerta del restaurante la espera se hacía algo aburrida, Zems sacó de su bolsillo una pitillera llena de pintadas hechas por el, de dentro sacó un poco de tabaco, un poco de hierba y un libro de papel de fumar cuyos papeles estaban todos escritos, sacó uno de ellos y preguntó- Veamos… ¿que toca hoy?- miró el papel un momento- ah, el día de la pelea con el director del reformatorio; ¡ me mola!- dijo sonriendo mientras liaba el cigarro.

En ese momento llegaron Corvus, Driuk y Lyra. Ella tenía cara de cabreo y ellos marcas de arañazos en la cara, no sabíamos si preguntar que había pasado.

-¿Solo llevas eso, Lyra? Pregunté yo tratando de romper el silencio

-No es necesario más por el momento.

Ni siquiera había cogido ropa, lo único que llevaba eran velas, incienso, esencias, mecheros, cerillas, un estuche y un cuaderno donde en la portada alguien había escrito  “ Seré más fuerte y protegeré con mis alas la rosa que un día me protegió con sus espinas”

-Y… ¿ Qué os ha pasado en la cara chicos? –quiso saber Skädi

-No saben que se debe respetar la intimidad de las mujeres- respondió tajantemente Lyra mientras dirigía una mirada fulminante a ambos.

-En fin…- suspiró Skädi, -menos mal que he traído todo el botiquín, Therion ve con ellos dos, yo me encargaré de la herida de Lyra.

-Aquí no, mejor en mi casa, no está lejos- dije poniéndome en pie para irnos

Según parece no hubo desacuerdo, así que nos dirigimos hacia mi pequeña jaula para curar las heridas, y pasar la noche. Una vez allí Zems finalmente pudo encender y fumarse el cigarro y la verdad a mi me iba apeteciendo otro pero debí perder mi mechero en la pelea porque no lo encontraba.

-Oye Lyra, déjame un mechero que no encuentro el mío- le pedí con el cigarrillo ya en la boca.

Zems fue más rápido y me lanzó su encendedor, después de haberlo usado me quede mirándolo unos instantes, en el se leía “Mira bien alto, a las estrellas y haz de ellas tu sueño a alcanzar”

-Quiero ver a que estrella nos lleva este camino. No se por qué os habéis juntado ni porque estoy yo aquí, pero no vale dar ni un solo paso hacia atrás.-Concluyó Zems mirándonos a todos antes de dar la última calada y tirarse en el sofá