martes, 22 de mayo de 2012

Albyon, el emisario del destino

Tras los nuevos descubrimientos que hicimos, ninguno de nosotros volvió a dormir en lo que quedaba de noche, esa chica nueva sabía cosas que en teoría solo nosotros deberíamos saber, es más, nos había hablado de cosas que nosotros ignorábamos, y lo había contado con detalle. Todos teníamos la desconfianza propia hacia una extraña pero yo no era capaz de dudar de sus palabras y creo que todos aunque intentáramos ocultarlo, creíamos casi ciegamente cada una de sus palabras.

Hacía ya varias horas que Lyra se había marchado sola por el bosque y no nos había permitido acompañarla; empezábamos a preocuparnos por si la hubiera pasado algo cuando la vimos aparecer en la lejanía. Cojeaba ligeramente y jadeaba de cansancio, tenía algunas herídas, no parecían graves pero aun así nos alarmamos, además no venía sola, había alguien más en quien se estaba apoyando. Era aquel extraño ciego que aparecía y desaparecía a placer antes de que pudieramos preguntarle nada.

Meruem salió corriendo hacia ella como una bala, casí con lágrimas en los ojos, la abrazó; demasiado fuerte quizás, por la cara de dolor que puso Lyra había apretado en una de sus heridas.

-¿Qué ha pasado?¿dónde estabas?-Preguntó sin dejar de abrazarla y muy angustiada.

-Tranquila, he estado intentando desarrollar las habilidades que leí por mi cuenta, estaba entrenando y me pasé un poco con la intensidad...supongo- Respondió Lyra pausadamente

-¡Pero tu eres gilipollas! ¡ casi nos da un iptus cuando no aparecías y aun peor cuando te vemos llegar así ! ¡joder, dije que yo os ayudaría! no desaparezcas sin más! ¡¿no me escuchas cuando hablo o que?! Aunque tu no seas como ellos también a ti quieren matarte ¡y por separado sois muy vulnerables! -Respondió Meruem visiblemente más atacada y cabreada.-¿¡Y tu quien coño eres!?-Preguntó mirando al anciano que aun no había soltado a Lyra y llevaba toda la discusion riendose.

-Un viejo cabrón, pero bueno en el fondo- respondió Therion desde el fondo y entre risas que no hicieron más que aumentar las pequeñas risitas del viejo a carcajadas descontroladas.

Creo que a excepción de Lyra, Therion y el viejo ninguno sabíamos que estaba pasando allí

-Corvus, tan en su línea como de costumbre exclamó -¡Ahora la recién llegada se preocupa más por los nuestros que nosotros mismo! ¿pero qué es esto?

-A mí lo que me preocupa más no es eso, a fin de cuentas Lyra sabe cuidarse más o menos sola - Comenté tratando de quitarle hierro al asunto- Me mosqueas un poco más tu- dije mirando al viejo- Ahora estás, ahora no estás, ¡Estamos sin casa por tu culpa, puto Houdini! ¿Como se te ocurre tirar a un hombre por un puente psicópata?¡Ahora nos toman por vándalos agresivos!

-¡Tu a callar! dijeron a la par Therion y Lyra entre risas

Creo que tanta risa en un ambiente tan tenso me estaba exaltando aun más

-Punto uno-Comenzó a decir el viejo- Yo no tiré a nadie por ningún sitio; fue la justicia, punto dos, estás de suerte de pillarme de buenas y que lo de " puto Houdini" me haya hecho gracia, y punto tres, no estais sin casa ni estais aquí por mi culpa, es cosa del destino, yo soy solo un humilde emisario de este.

No puedo decir que sus palabras no me ennervasen más aun, ni que no tuviera ganas de pegarle un puñetazo en la cara, pero había ayudado a Lyra y quizás yo me estaba pasando de la raya, aunque seguía sin gustarme el como había actuado.

Therion empezó a reirse como una hiena -Joder Albyon, no cambias que cabrón- dijo al borde de llorar de la risa

-Un momento - Intervino Driuk- ¿Pero vosotros dos ya os conocíais o qué?

Therion no podía hablar, solo asintió, aun no le había cesado el ataque de risa.

-Bueno señores, un poco de seriedad por favor- Pidió Corvus- ¿Alguien puede explicar que está ocurriendo sin que desemboque en que Raksha le tire un tronco a la cabeza?

-Yo, soy yo, y mis circunstancias, -respondió el anciano- Como he dicho antes, me considero un mero emisario del destino, aparezco cuando debo y me voy cuando no estoy, para futuras veces que nos veamos, mi nombre, como Therion ha dicho es Albyon, también la jóven angel tiene más información de mi que el resto de vosotros, eso se debe a que ambos se han cruzado antes en las encrucijadas de la justicia. Por el momento no creo que necesiteis saber más.

Entonces... ¿estás de nuestro lado?-Preguntó Zems que hasta el momento había permanecido tan en silencio que casi nos habíamos olvidado de su presencia.

-Humanos...- Suspiró el anciano- ¿ Hay que explicaroslo todo? Yo no estoy de ningun lado, eso no sería justo, estoy de parte de la justicia; la justicia es ciega y sorda, pero no muda. Yo intervengo el las injusticias que parecen insalvables, para que me entendais, soy ese ángel y ese demonio que habla en vuestra cabeza cuando alguien tiene que decir algo, mi voz siempre esta ahi, aunque no siempre es escuchada, yo siempre estoy a las espaldas de todos, cuando una injusticia parece ya insalbable.

¿Y por qué nosotros te vemos y además tanto?-Pregunto Skädi recién salida de la nada.

El anciano se tomó su tiempo para contestar - A ver mis pequeños egocéntricos... no creais que sois especiales por verme ¿ habeis oido hablar del equilibrio? ¿el karma? Pues por eso estoy aquí, por eso aparezco y desaparezco, no sois los únicos que sufrís ¿sabeis? Me veis porque yo quiero, muchos me ven, así es casi siempre, es más facil fiarse de lo que ves que de lo que sientes.

Ha habido injusticias con vosotros y yo, en lugar de ser la vocecita en la cabeza que ignoraríais, me presento en persona, cuando el problema se solventa adíos.

¿Entonces que haces con Lyra? Ella solo estaba entrenando ¿dónde está la injusticia?-Pregunté con tono arrogante

-No he venido a daros todas las respuestas del mundo; y me estoy empezando a aburrir de este interrogatorio, si tanto deseais conocer respuestas, buscadlas. He aparecido porque estaban rodeando a vuestra amiga mientras ella estaba absorta en su entrenamiento, estaba en minoría, en lugar de cuestionarme agradeced la ayuda que os brindo y cuidad más a vuestra compañera. Yo no soy uno de vosotros, no me interesan vuestras aventuras pequeños crios efímeros, os ayudaré a reparar la injusticia que se cometió con vuestra familia hace cinco años, pero no espereis depender de mi, soy un apoyo, esta no es mi lucha.

Tras el discurso, se esfumó delante de nuestros ojos, antes de poder si quiera parpadear.





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